Cicatrices

Últimamente tengo el blog un poco abandonado; no paso mucho por casa. Esta semana, se ha quedado una chica austriaca que venía desde Viena en bici, con intención de seguir hacía el sur por la costa y luego a las islas canarias. Siempre es agradable encontrarte con alguien feminista, queer, ecologista, y biciclista! Caretaker (el blog del viaje en bici está solo en alemán).

Hay cicatrices que se ven, otras no se ven, y algunas puede que incluso desconozcamos su existencia. The Scar Project es una iniciativa artística que busca quitar el velo y derrumbar los tabúes que aún rodean el cáncer de mama y sus secuelas a través del retrato fotográfico. Tiene como propósito que pongamos la vista hacia las huellas de una batalla que no puede ocultarse bajo un lazo rosa, icono que rechazan muchas de las protagonistas de estas imágenes, por verlo como un símbolo de la “comercialización” de la enfermedad.

Es una enfermedad que a mi me toca cerca. Mi madre pasó un cáncer de mama el año pasado, mi abuela también tuvo uno, y en este caso si hubo una amputación. Recuerdo como de peque jugaba con su teta postiza y veía su cicatriz como algo interesante e, incluso, bonito.

Se que me va a acompañar toda mi vida, ya que es de transmisión genética. Además, resulta muy complicado sacar a conversación en mi familia o intentar explicar por qué me gustaría hacerme la prueba para saber si porto ese gen.
Al principio yo tampoco quería hablar, no quería saber nada, pero poco a poco, mientras fue avanzando la enfermedad también fui tuviendo un proceso de aceptación. Aún así, sigue siendo algo sobre lo que no hablo con mucha gente, pero que cada vez que me llega algo relacionado con él me mueve muchas sensaciones, sentimientos, necesidades, miedos...dentro de mí.