Hubo un tiempo en que los habitantes de la isla de Sherpa Oriental padecieron una grave enfermedad de causa desconocida. Por algún motivo, algunas mujeres se sentían atraídas por otras mujeres. Cuando aquel supuesto virus afectaba a una de ellas, hacía cambiar la orientación sexual de quien de ese mal se contagiaba. Y todo hacía indicar que el mal únicamente atacaba al sexo femenino. Dejaban, así, las esposas de querer a sus maridos. Los hombres se quejaban de la imposibilidad de ejercer su derecho a yacer con ellas, que así lo establecían las leyes. Las mujeres de Sherma Oriental, además, descuidaban su función procreadora, y las estables familias se resquebrajaban, palabra esta de resquebrajar que usaban los hombres con ímpetu cuando alegaban en los juicios su descontento ante los jueces. Éstos fueron, en seguida, convencidos de la gravedad del asunto, puesto que pronto ellos mismos se vieron, de igual modo perjudicados, al ver que ni las eposas de los más poderosos se salvaban del contagio […]...o como una hetero se hace unas camisetas con la inscripción “ni lo intentes; soy bollera” para que dejen los tíos de solo mirarle las tetas y el culo y aprecien su trabajo de camionera es, entre otras maravillas, lo que te puedes encontrar en “La Venus Calva” de Juanita Márkez.
Es un libro de cuentos, de fantasía queer, que te hace sonreír y pensar porqué serán todos los cuentos infantiles iguales, porqué no podrán hacer ver la gran diversidad que hay. Pero aunque por momentos te lleve a cuando eras peque, no son cuentos “de niños”. Te sumerges en un mundo en que no hay ni hombres ni mujeres, en el que hay personas que poseen ambos géneros, ambos sexos, todas las fronteras se diluyen. Lo que das por sentado no es así, no tiene por qué ser así.
“Un grupo de terroristas atenta contra la embajada del Vaticano en Madrid. Todos los representates de los poderes fácticos han mostrado su malestar ante el nuncio. El jefe de la policía ha enviado a los medios un comunicado que dice que los violentos que han colocado el artefacto explisivo pertenecen al denominado Colectivo Rosa de Emancipación Personal, un grupo incluido en la lista intenacional de organizaciones altamente peligrosas para la integridad de la familia y la sociedad global.” ...para tropezar luego con un grupo terrorista antipatriarcal y que lucha contra el machismo y por la libertad individual.
Por último, no podemos olvidar a Usati Godén y La Venus Calva: Usati Godén (domadora de serpientes, contadora de pulgas y encantadora de cuentos) era una persona tan desmemorizada que ni siquiera tenía pasado. Es más, no era capaz de recordar el género al que pertenecía. No sabía si era hombre o si era mujer. Tampoco podía orientarse sexualmente, pues se olvidaba de si le atraían más las mujeres o los hombres, o las unas y los otros, indistintamente. No tenía ni idea, no recordaba lo que era.
- Siempre me lo preguntan. Para los que gestionan el control de registros supone una cuestión ineludible. Y no sirve que les diga que soy amnésica. Me tengo que levantar la falda o bajarme los pantalones.
- Venus, que hasta ese instante se había exhibido con una larga melena […] No he podido resistirme a transcribir algunos trozos de los cuentos, y me he dejado tantas sonrisas en el libro... :)
En Alemania, con esto de que a las 18h ya está todo cerrado, se hace la tarde más larga y hay mucho tiempo para leer. Ahora voy a por “Un zulo propio” de Itziar Ziga.
